En el trabajo y Espirituales círculos literarios se llama La Noche Oscura del Alma. En pocas palabras, esto es, cuando la ley de Murphy es su compañero constante. Lo que va a salir mal, sale mal. Ni siquiera pensar en pronunciar la frase, las cosas no pueden ir peor, porque en realidad empeorar antes de terminar la frase. Así que manténgase alejado de los aforismos negativos y seguir las directrices sobre la forma de crecer espiritualmente y tomar ventaja de las poderosas lecciones que su noche oscura tiene para ofrecer.
Instrucciones
Meditiation
Oración
Guía Divina
Recuerde siempre esta vez probado adagio, Si no te mata te hará más fuerte. Voy a añadir una máxima más, si no te destruya, ya es más fuerte.
Cuando en medio de la noche oscura, usted encontrará que usted realmente no tiene muchos buenos amigos. Esto no se menciona a criticar a aquellos que alejarse de ti, porque ellos tienen sus propios cruces que cargar. Además, las personas que eran amigos de buen tiempo están fuera de su vida más rápido que se puede abrir y cerrar. No te preocupes, porque no los necesita. Cuando se llega a la orientación y dirección, durante sus pruebas y tribulaciones, debe mirar dentro de ti mismo, tu Ser Superior, por las respuestas que necesita. Esta Guía Divina se refiere como Dios, el Espíritu Santo, Jehová, Buda, Jesús, sea cual sea su denominación preferida, es su conexión con la Fuente. Puedo sentir que la gente más santo que tú retorciéndose en este momento, pero antes de formar sus labios para decir esto o aquello, lo que llaman su fuente no es relevante para este artículo. Línea de fondo, se vuelve a conectar con la fuente a través de la oración y la meditación.
Cierra los ojos y quedarse quieto, en un lugar tranquilo, y sólo se centran en su respiración. Cuando un pensamiento entra en su mente, volver a la respiración. Concéntrese en la respiración dentro y fuera, por la nariz y exhalando por la boca. Comience por probar este durante 3 minutos para la primera semana o así, y añadir más tiempo a medida que avanza.Aún así se sabe! ... Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
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